domingo, 24 de mayo de 2015

Tú sabes lo que siento

Cómo evitar que la materialidad de estos versos
pongan límites a mi pobre descripción de este momento.
Cómo lograr encerrarlo todo aquí dentro,
cómo hacer para plasmarte entera en este intento.

No entras en este poema,
Tus caricias son eternas para tan corto momento,
no alcanzan las palabras;
tu sonrisa inesperada no cabe ni en un cuento.

Cómo encerrar aquí las veces que me has levantado en mis caídas,
la infinidad de besos, la mansedumbre con la que me acomodas el pelo,
las miradas furtivas y las más dulces...

Cómo podré atar tantas tardes compartidas,
tus románticos caprichos, que son mis propósitos,
mis antojos desmedidos, que son tus ofrendas.
Tus maneras de proyectar, tus alas para desear...

Cómo encarcelar en renglones las manos tendidas,
los oídos confidentes, aquella forma que tienes de abrazarme, que me hiela los huesos...
Las lágrimas de alegría, las de bronca,
las de tristeza...

Cómo maniatar la locura que nos rodea,
el amor con el que cuidas cada cosa y cada momento;
tu rostro iluminado cuando se emociona por cualquier cosa.
Tu ternura, cómo escribir sobre tu ternura.

Cómo resumir nuestros sueños, nuestra pasión incontrolable,
nuestros fracasos codo a codo, nuestros logros y deseos.
La forma en que mueves tus manos al hablar, entusiasmada,
tu alegría al ver que todo está perfecto,
tus retos, mis gritos, los besos, los abrazos, las risas...
Tu risa. Cómo darle encierro a tu risa, a su brillo y su expandir.
De qué manera se puede poner todo eso en este poema.

Cómo puedo describir tu libertad, mi justicia,
y el hecho de saber que siempre estarás y que siempre estaré.
Cómo contar que soy feliz a tu lado, sin llenar de brillantina esta poesía,
sin ser cursi, sin aburrir.

Cómo expresar lo que siento por ti en estos versos
si se acaba el aire si lo intento
si se muere el mundo si te pienso,
Para qué hacer material lo eterno,
si tú ya sabes todo lo que siento.

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