domingo, 24 de mayo de 2015

Puedo como ayer

Puedo mirarte cada día
y encontrar esos ojos que ayer vi,
aquellos, más fuertes que mi destino,
aquellos que han convertido guerra en armonía.

Puedo sentir la misma frescura
si roso tu boca en estos días,
aquella boca que ha provocado encuentros
de cordura eterna y necesaria locura.

Puedo oírte hoy como ayer,
como quien oye el cielo en la tormenta,
con certera admiración y calma,
como quien no cree merecer.

Y puedo hoy,
en este hoy que ya no es el de ayer,
sentirte con luz y sombra,
para amarte entera y verdadera
ya sin penas ni tal vez.

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