domingo, 24 de mayo de 2015

Poema del momento preciso

Hoy quisiera amarte
con mucho más que este simple poema,
quisiera darte más que flacas palabras,
languidecidas por los años,
gastadas por los roces.

Hoy quisiera amarte
sin fingidas posturas ni ropaje,
quisiera ofrecerte el mundo,
que no alcanzan mis manos,
que no han pasado por mi goce.

Hoy quisiera amarte
más que con rosas de cortejo,
quisiera darte lo que ya no tengo,
porque se ha caído con el tiempo,
lo que tu cuerpo no conoce.

En mis manos se secan las flores,
que no han crecido por tu pena.
No puedo darte el mar de tus sueños,
si no pongo el pie sobre su arena.

Mereces luna, mereces sol,
mereces agua en tu camino.
Te daré mi maza y mi cincel,
para que talles tu destino.

Porque hoy solo quiero amarte,
como se ama un despertar en la mañana,
como se ama a la luna,
con fuego, miel, sal y dulce encuentro,
como se ama el sonido del mar,
el viento en la cara,
y el olor a pasto en el verano.

Quiero amarte con el corazón del tiempo,
con los huesos helados,
con la piel erizada
y el cuerpo entumecido.

Quiero amarte simple y compleja,
con luz y sombra,
eterna y acabada.
Quiero amarte siempre y nunca,
de pie y sin sustento,
eterna y en un segundo;
quiero amarte cuando el sol te queme,
cuando tus manos ardan,
cuando te comas el mundo.

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