domingo, 14 de junio de 2015

No estarás aquí.

Puedo recordarte, pintar con tus tonos mi mundo,
emprender mil sueños con tu sello,
puedo volar
y soñar un mundo como tú.

Puedo crear tus mundos, con países de libertad,
en mis manos que ya casi son como las tuyas,
para armar con ellas
mi humildad y nobleza como tú.

Puedo traerte aquí de mil maneras,
puedo invocarte, recordarte,
puedo incluso pretender parecerme a ti,
pero me tiemblan los huesos, esta mañana fría,
porque nunca más estarás aquí.

Ya nunca estarás en mi camino,
no, en mi furia, no en mi mansedumbre.
No ya en mis días de roca, ni en mi utópico sentir.
No estarás en mis andares mansos,
ni en mis tiempos iracundos,
no en mi savia dulce,
ni en mi mal vivir.

Y hoy solo puedo renacer, escampar mis tormentas a tu modo;
esparcir tus cenizas a mi andar.
Y hacerte un homenaje en mi camino,
al amar a una buena mujer
como lo has hecho tú.

No hay comentarios:

Publicar un comentario